Hablar de este licor es hablar de la historia imperial francesa y del propio Napoleón Bonaparte de la cual obtiene su nombre.
El Mandarine Napoleón es un licor tradicional fabricado en bélgica, aromático, con un sabor dulce y con 38°, aunque muy equilibrado en todos sus aspectos por lo que el alto grado alcohólico queda difuminado. Fabricado con base de coñac de 10 años de añejamiento, pieles de mandarinas maceradas y especias secretas. Es un licor que podríamos comparar con el Grand Mariner, naranja en vez de mandarinas, para hacernos una idea.
En la época imperial Francesa la mandarina se importaba desde China siendo un producto muy costoso y por tanto símbolo de riqueza, lujo y, como no, de poder. Tal fue la atracción por esta fruta que empezó a cultivarse en Europa, teniendo particular relevancia la Isla de Córcega, origen del Emperador.
Se cuenta que este licor nace de una formulación realizada para Napoleón por su médico personal Antoine-François de Fourcroy. Fourcroy dejo escrito en su diario personal referencias a este licor, como su idea de macerar las mandarinas en alcohol y esa destilación unirla al coñac así como las reuniones con el emperador donde lo tomaban.