En una pequeña ciudad de Holanda llamada Schiedam, una familia de apellido Peters destiló la primera Ginebra Llave.
Una receta única: un aguardiente obtenido de la destilación de cereales que es posteriormente redestilado con bayas de enebro finamente seleccionadas, proporcionando su característico sabor y aroma.
Desde que arribó en 1867 – proveniente de Schiedam (Holanda) – GINEBRA LLAVE formó parte de la vida cotidiana de la Argentina.